Julio Miranda (1945-1998): nació en La Habana, Cuba, Con estudios de filosofía, idiomas y teatro, su febril actividad en Mérida cubrió la poesía, el ensayo, la traducción y la crítica e investigación cinematográfica. Recorrió el mundo, exiliado desde principios de los sesenta, viviendo en Francia y Venezuela, Estados Unidos y España, Italia e Inglaterra.
Crítico literario, brillante antologizador, motor de varias publicaciones, ensayista. Se movió siempre con enorme facilidad en la poesía, el cuento, la novela, el ensayo literario y la crítica cinematográfica.
Poeta, con una docena de libros. Julio Miranda escribió de todo y todos, es decir, de muchos otros escritores, con una lucidez y una creativa punzante o asombrosa. Libros de poesía: Mi voz de veinte años (Granada, Veleta al Sur, 1966), El libro tonto (Madrid, El toro de Barro, 1968), Jaén, la nuit (Jaén, El Olivo, 1970), No se hagan ilusiones (Caracas, Edics.Bárbara, 1970), Tablero (Málaga, El Guadalhorce, 1972), Maquillando el cadáver de la revolución (Caracas, Fundarte, 1977), Parapoemas (Caracas, Monte Avila, 1978), El poeta invisible (Caracas, Fundarte, 1981), Vida del otro (Caracas, Con Textos, 1982), Anotaciones de otoño (Caracas, Mandorla, 1987), Rock urbano (Maracaibo, Dirección de Cultura, Universidad de Zulia, 1989), Así cualquiera puede ser poeta (Caracas, Pen Club de Venezuela, 1991), Máquina del tiempo (Mérida, Edics. Mucuglifo, 1997).
Danza
Bailo
con mi hija en brazos.
Comencé
para calmarla.
Hace rato que duerme
cesó la música
y yo sigo bailando.
He improvisado una danza algo salvaje:
vueltas a derecha e izquierda
ritmadas por golpes de talón
y gritos sofocados.
Se ha hecho de noche.
La cuna quedó atrás
el cuarto quedó atrás
la casa quedó atrás.
Avanzo
mientras bailo
por una tierra de incendios y humaredas.
Bordeo los cráteres
busco aberturas en las alambradas
evito los cadáveres
Las trincheras me obligan a dar largos rodeos.
Bailo y avanzo
giro, vigilo y giro.
Afortunadamente
mi hija sigue durmiendo.